Mejor ni me saludes...
¿Por qué te debería interesar esto? Porque tu próximo saludo de mano te podría acabar con tu vida.
Después de cinco rondas de agotadoras negociaciones, los detalles se han aclarado y la documentación está lista. Ese gran acuerdo se ha vuelto realidad. Pero espera, no lo sellemos con un apretón de manos. En vez de eso, hagamos una reverencia y hagamos el wai.
Para los principiantes, el wai es el tradicional saludo con reverencia en Tailandia: Juntas las manos en forma de oración e inclinas ligeramente la cabeza. Entre más altas estén tus manos, más respeto muestras. Hay algunos equivalentes por todo Asia, desde el namasté en India hasta el sampeah en Camboya y el nop de Laos; esta grácil reverencia es utilizada para todo desde decir “hola” a clientes hasta para disculparse profusamente y despedir a socios de negocios. El gesto es muy sensible pero sin contacto. Y eso es algo que el mundo occidental debería adoptar.
Sí, el apretón de manos occidental está esparciendo su agarrón por todo el mundo. Pero no es un gesto tan cálido como a veces parece serlo. El saludo de mano original surgió como una fácil revisión de armas vía los antiguos romanos, quienes, durante un primer encuentro, se tomaban unos a otros de los brazos para sentir si había armas escondidas en las mangas. Tenía poco que ver con mostrar “carácter, motivación, confianza o asertividad”, dice Sharon Schweitzer, una consultora multicultural y experta en etiqueta quien opera en Texas.
Más allá de la política del poder, los saludos de mano también son vehículos naturales para propagar enfermedades infecciosas. Son bombas de tiempo de gérmenes. Se estima que casi el 80 por ciento de las infecciones son transmitidas por las manos, las cuales están desbordantes de millones de bacterias y virus. Esto ha llevado al Dr. Tom McClellan de la Universidad de Virginia del Oeste a elogiar un saludo más seguro: El choque de puños, mientras que otros funcionarios de salud promovieron el choque de codos durante el brote de cólera en Haití, el susto de fiebre porcina en México y la reciente epidemia de ébola. Pero los choques de puños son demasiado juveniles y masculinos y los choques de codos son simplemente incómodos. Imagina chocar los codos con tu futuro jefe en una entrevista de trabajo donde tanto está en juego. (McClellan no respondió a solicitudes de comentarios).
Los besos en la mejilla europeos y latinoamericanos son incluso más propensos a contagiar la influenza. Pero ¿cuál es el factor repelente de la reverencia asiática? Cero. Es una alternativa con todo incluido, libre de contacto con su raíz en la humildad en vez de los viajes de poder. Sin embargo, Schweitzer, la gurú de la etiqueta, se preocupa acerca de la apropiación cultural. Los saludos de cada cultura merecen ser “honrados”, y robarse los de la otra podría ser “irrespetuoso de la herencia y las costumbres de su ascendencia”, explica.
Sin embargo, como con la comida y la música, la cultura se supone que debe ser compartida. Entonces ¿por qué no abandonar el animado apretón de manos y optar por una más humilde y sanitaria reverencia?
En caso de que no puedas prescindir del contacto humano, por lo menos sabes de la existencia de varios aceites esenciales que son naturalmente antibacterianos y antisépticos como el Tea Tree Oil (disponible en esta página), y varios más disponibles en la tienda de Aromaterapia.
¡Adopta al Tea Tree Oil como tu antibacterial favorito!
CON INFORMACIÓN DE OZY/LESLIE NGUYEN-OKWU